lunes, 25 de septiembre de 2017

El tomate

Esta entrada va dedicada al tomate, cuyo nombre científico es Lycopersicum scolentum y pertenece a la familia de las Solanáceas.

El tomate crudo o cocinado es uno de los alimentos más consumidos del mundo. De origen sudamericano, comenzó siendo pequeñas bayas amargas y fue domesticado en México y llegó a Europa tras la conquista del Nuevo Mundo.

Características: su aspecto cambia dependiendo de la variedad de la que se trate, en general todos tienen forma redonda u ovalada y son carnosos. Su peso oscila entre los pocos miligramos (variedad cherry) hasta casi el medio kilo. Los tomates suelen ser de color rojo, aunque es posible encontrar variedades más verdosas o  hacia tonos amarillos.
Variedades: Por suerte para nosotros, a lo largo de la historia de este fruto, se han llegado a contabilizar, más de 10000 variedades diferentes. (Applause, Ángela, Baladre, Bella rosa, Carbón, Ciruela negro, Estrella, Monserrat, Muchamiel, Roma, Valenciano…..).

Las más conocidas son:
Tomate Cherry     
                                  










Tomate Kumato (tomate Negro)












Tomate Pera










Tomate Raf









Tomate de colgar










Tomate corazón de Buey
  










Propiedades y beneficios:
•             Alto contenido en licopeno, un antioxidante que ayuda a prevenir el cáncer de próstata en los hombres.
•             Al ser baja en sodio es recomendada en la dieta de personas con hipertensión arterial.
•             Es rica en fibra, sobre todo si se come con su piel.
•             Aporta vitaminas (sobretodo vitaminas del complejo B, C, A y E), así como minerales (como el potasio, fósforo y magnesio).
•             Ayuda a hacer bien la digestión.

Sembrado: En clima suave se deben sembrar las semillas en marzo, y en abril en climas más fríos. Es recomendable hacerlo en semillero, cubriendo cada semilla con medio centímetro aproximadamente de tierra o sustrato. Posteriormente, regaremos cuidadosamente para no mover demasiado la tierra, y la mantendremos húmeda hasta la aparición de los primeros brotes.

Trasplante: Cuando las plántulas están más o menos desarrolladas (tienen ya al menos 4 hojas), las trasladaremos al lugar donde deseemos crear nuestro huerto. Esta parte es delicada, y para no dañar las plántulas al sacarlas, debemos cogerlas desde la parte del tallo más próxima a la tierra, y arrancarlas de la misma con firmeza pero con cuidado. Las enterraremos de nuevo en su nueva ubicación, cubriendo de tierra el tallo hasta donde empiezan las primeras hojas. Regaremos de forma abundante y regular.

Instalación de tutores: Los tutores son palos (por ejemplo, cañas) de alrededor de metro y medio de altura que se instalan al lado de cada planta. Unos 15 o 20 días después del trasplante, sujetaremos cada tomatera a su tutor, siempre por debajo de cada rama floral. Este procedimiento es necesario en todos los casos, pues las tomateras pueden llegar a crecer hasta más de dos metros, y sin un tutor que las soporten, no podrán crecer correctamente y no darán buenos tomates.

Aporcado: La tomatera tiene la siguiente particularidad, si amontonamos tierra sobre su tallo (sin pasarse) desarrolla más raíces debido sus pelitos glandulares que presenta en la epidermis.

Recogida: Se suele realizar desde julio hasta agosto, en función del grado de madurez de los tomates, que es de sencilla evaluación, según su color y consistencia.

Enfermedades y plagas

Insectos: Los más importantes son la mosca blanca, la araña roja, el pulgón y la tuta, cuyos principales síntomas identificables serían  manchas marrones en las hojas, el debilitamiento general de la panta y la caída de las flores. Remedio: pulverizaciones de agua, pulverizaciones con jabón potásico o infusión de ajo. 

Hongos: Son fácilmente distinguibles, suelen mostrar síntomas del estilo de manchas blanquecinas, grises o negruzcas (de apariencia mohosa) y podredumbres muy claras. Hay hongos que afectan a la tomatera con mucha frecuencia, como son:
  • Mildiu: Manchas blancuzcas en el envés de las hojas.
  • Ceniza u oídio: Manchas amarillas en el haz de las hojas, y blanquecinas en el envés.
  • Antracnosis: Provoca manchas en los frutos, primero de tonos rojizos y posteriormente negras.

Víricas, siendo las más frecuentes las causadas por:
  • El virus del mosaico  (mosaico de manchas de diferentes colores en hojas -tonos verdes- y frutos-tonos rojos-).
  •  El virus del bronceado  (decoloración moderada de hojas, y muy evidente de frutos).




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